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lunes, 16 de abril de 2012

LA ADOLESCENCIA.

La adolescencia. La etapa de la vida en la que piensas que ya no eres niño y que eres un hombre maduro hecho y derecho. En la que tu cuerpo cambia en diferentes aspectos y en la que te crees que eres el rey de la fiesta. Pero en realidad no somos nadie. Nos creemos que sabemos todos y que todo lo podemos hacer. En realidad es verdad que el cuerpo se va transformando en el cuerpo de un hombre hecho y derecho, pero en muchos casos la transformación corporal no va junto a la mental. Es verdad que hay chicos y chicas adolescentes perdidos y perdidas que tienen dos dedos de frente, pero la mayoría sigue pensando en “Dragón bola” y en peinar a la Barbie al llegar a casa. Esa es la realidad aunque muchos de nosotros no la queramos ver, porque nos creemos que somos mayores. Para ser mayores hay que saber afrontar problemas, ganarse la vida y muchos de nosotros en casos como esos no sabríamos ni por dónde empezar. 

Mi adolescencia tengo que reconocer que no está siendo una adolescencia difícil. Me considero un adolescente bastante maduro y con dos dedos de frente, aunque también tengo mi parte de niño por ahí, en alguna parte de mi cuerpo. La adolescencia que estoy viviendo es una adolescencia feliz y rodeada de muchísimos cariño y amor de la gente que me quiere. Es una etapa que me está encantando vivirla por muchísimas razones. No tenemos que alimentar ninguna boca y no tenemos que preocuparnos de pagar la hipoteca al fin de mes. Diciéndolo de una manera brusca: ¡Vivimos de madre! Vamos a clase, aguantamos 6 horas a los profesores, vamos a casa y tenemos que comer, que beber y qué hacer después de comer. Estamos llenos de planes, a veces un poco surrealistas. Tenemos dos personas encima nuestro todo el día, preocupados por nosotros llamados padres. Son los que nos pagan nuestros caprichos y nuestros alimentos, los que nos escuchan nuestras penas y alegrías y los que van a trabajar todos los días para que sus adolescentes tengan que comer el día siguiente. Es verdad que los padres a veces son muy-muy pesados. Hijo no bebas, hijo no te juntes con mala gente, hijo haz los deberes,…Pero lo único que quieren es lo mejor para nosotros. Y pocas veces se lo agradecemos como deberíamos. Es verdad que no todos los adolescentes son igual que yo, ni mucho menos. Conozco gente de mi edad que está metida plenamente en la edad del pavo. Están tan metidas en el pavo que no se si algún día podrán salir de él. A pesar de ello, pienso que uno puede estar en la edad del pavo o no, puede estar rebelde o no pero si eres buena gente lo serás siempre, estés o no metida o metido en el pavo. Creo que es una etapa que hay que vivir liándola mucho o no tanto. Pero lo que es cierto es que hay que vivirla. Es la época en la que decides quiénes son tus amigos y quienes no, en la que sales de fiesta y conoces gente, en la que empiezas a ligar y en la que te empiezas a dar cuento de lo que es la vida de verdad. Lo que es trabajar, lo que es tener que pagar recibo si y recibo también y lo que es ser mayor. No hay persona en este mundo que no haya pasado por la adolescencia y por ello nosotros no vamos a ser menos. ¡Chicos y chicas a disfrutar de esto que la vida son dos días y uno está lloviendo!


By: Endika Badiola.

P.d: Eres el mejor : )

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